En la escuela de la granja la profesora preguntó a los pollitos:
—Chiquillos, me pueden decir: ¿Cuál es la
diferencia entre papá gallo y mamá gallina?
Es muy fácil —dijo el primer pollito, hijo de una
gallina que trabajaba poniendo huevos—. Papá gallo, cuando el sol comienza a
brillar canta sin parar: Quiquiriquí, Quiquiriquí, Quiquiriquí… Mamá gallina no lo hace así, ella cacarea
cuando hace la tarea: Coo, Coo, Coo, Cooooooo…
Luego, respondió el segundo pollito:
— Papá gallo es más grande, muy fuerte y tiene una enorme
cresta como la corona de un rey —explicó el
hijo de un orgulloso gallo de pelea—. Mamá gallina es más chica, suave y
redondita. Y, con sólo mirarnos, sin decirnos ni pío, nos pone a correr detrás de ella.
Tras escuchar a sus amigos, habló el pollito más
pequeño de la clase:
—Cuando llueve papá gallo da un gran brinco, sale
corriendo, se esconde rápido en el gallinero y en un rincón comienza a temblar. En cambio, mamá gallina nos
guarda bajo sus alas hasta que la lluvia se va... ¡Mamá gallina no le tiene miedo a nada!
© 2015 Liliana Mora
León
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