Sergio Felipe es un niño
colombiano, que como tantos otros, ama el fútbol. Antes de poder caminar, ya le
pegaba a la pelota con una fuerza increíble. Pronto cumplirá los 5 años, y es todo un goleador en su equipo barrial.
¿Sus ídolos?, los héroes del momento: Ronaldo y James Rodríguez. En el último mundial, la selección de Colombia fue eliminada por Brasil, y al final del juego, James, lloraba ante las cámaras por no pasar a la siguiente ronda.
¿Sus ídolos?, los héroes del momento: Ronaldo y James Rodríguez. En el último mundial, la selección de Colombia fue eliminada por Brasil, y al final del juego, James, lloraba ante las cámaras por no pasar a la siguiente ronda.
—¡Mamá, James está
llorando! —dice Sergio algo desconcertado, nunca en su corta vida, había visto
llorar a un hombre—.¡Míralo, está llorando! —le insiste a la madre.
—¡Sí Sergio, los hombres
también lloran! —responde la madre—. Está muy triste porque la selección no
puede continuar en el mundial.
—¿Puede jugar otros
partidos? —pregunta el niño, con cara de preocupado.
—¡Sí, por supuesto que sí,
en la selección y con el Mónaco! —responde la madre.
—¡Uff…Que bueno! —dijo
aliviado—. Mamí: ¡Cuando sea grande Yo quiero ser como él! — agregó el pequeño,
mientras continuaba mirándolo en la tele.
—Sí hijo, es muy buen
jugador —respondió la madre—. Además, vale la pena aprender de un hombre, que
es capaz de llorar cuando se siente muy triste.
Días después, James pasó de la tristeza a la alegría, cuando ganó el Botín de Oro, como el goleador del
mundial Brasil 2014.
Y Sergio Felipe continúa jugando fútbol y soñando con su héroe real.
Y Sergio Felipe continúa jugando fútbol y soñando con su héroe real.
© 2014 Liliana Mora León